Mi vida, mi trabajo y mis amigos

Pensando en estos malos rollos de algunas madres o mujeres que, bien por pura envidia o por  impotencia, critican a otras porque cobran por ofrecer servicios profesionales resultados de su sabiduría, aprendizaje, búsqueda y recopilación.

A mí me queda tan claro, TAAAAAAN CLAAAARO, que mis hijos y yo debemos comer y cobijarnos que ni me planteo perder el tiempo en discutir, comentar o siquiera leer sus artículos o invectivas acerca de mi opción de trabajo.
Es un trabajo digno y me permite pagar luz, gas, agua, comunidad, alquiler, teléfono/Internet, medicamentos y consultas médicas, gasolina, billetes de tren, actividades extraescolares y cursos, comida, ropa, material escolar.
Por desgracia, en las áreas arriba mencionadas nadie o pocos me regalan algo. Si todavía hay gente dispuesta a regalarme algún taller, alguna ropa, algo de comer y algo de material escolar, en las demás resulta que las cosas están como «nanay, de gratis nada». Así que no me queda otra opción obviamente.

El tema es que yo no obligo a nadie a hacer lo que hago yo, pero pretendo que nadie me obligue a mí a hacer lo que hacen ellos, véase regalar mis servicios de forma habitual. Ya lo hice durante muchos años y no me arrepiento de nada (de hecho, en algunas ocasiones lo sigo haciendo), pero si ahora toca cobrar por ello porque lo necesito, pues es lo que hay.
Yo no critico a nadie por regalar o por cobrar, ni quiero que lo hagan así o asá; por eso no pierdo nunca jamás el tiempo en leer los posts criticones, las burlas o los insultos velados, las bromas pesadas o ataques directos; de hecho, en la mayoría de los casos me entero después de haber ocurrido porque no tengo tiempo para mirar todo esto.
En los casos en los que me entero me pongo el sombrero y me voy. Prefiero usar mi energía en ayudar a los demás y a mí misma. Las únicas críticas que acepto son las de mis clientes evidentemente, porque me ayudan a mejorar como profesional, pero esto es algo entre ellos y yo, nadie más entra en esta relación.

Nadie está obligado ni a seguirme, ni a hacerme la ola, y mi blog es como mi casa: lugar de descanso, ocio, trabajo, encuentros amistosos o laborales – recibo con mucho gusto a todos los que se sienten bien conmigo y desean pasarlo bien en mi compañía, de los demás me alejo irremediablemente.
Así que los que me critican o se burlan de mi trabajo y de mi opción que sepan que no son mis amigos, ni están bienvenidos en mi casa o en mi blog; el universo e Internet son grandes, podemos sobrevivir todos sin tropezarnos e ignorándonos amablemente, no perderé el tiempo ni en perseguirlos, ni en vengarme, ni en hablar siquiera de ellos – nunca lo he hecho y no empezaré a hacerlo ahora, a estas altura de la vida.

En tu vida gente que te quiera
Mis amigos me conocen, saben que aguanto carros y carretones, pero nunca jamás voy a ser amiga de alguien que critica o se burla de mi manera de ganarme la vida, de algo en lo que ellos ni entran, ni salen, es un trabajo digno, limpio y sincero, y me permite vivir de la misma forma.
Lo digo para que lo sepan :-), hay gente que me ha preguntado por qué he dejado de verme o de hablar con tal y cual… pues mira, por eso, nada más.

Les deseo a todos felices vidas, prosperidad y salud, y que tengan la fuerza y el valor de perseguir vuestros sueños, no de intentar echar abajo los sueños de otros ❤ .